Olvídate de las pajitas (loco, estúpido, amor)

Advertencia 1: el título no es lo que parece.

Advertencia 2: si no has visto «Crazy, stupid, love» puedes recibir alguna información que le reste gracia a la película.

Si Hollywood sabe hacer algo bien es hacernos creer que son posibles situaciones, personajes y escenas absolutamente irreales. Por eso, cuando me recomendaron la película «Crazy, stupid, love» (gracias preciosa 😉 ) supe que iba a ver distorsiones, exageraciones y muchos tópicos. Pero ya criticaré luego, por ahora os he de decir que recomiendo que la veáis, pero con el espíritu crítico de alguien consciente de estar viendo ficción.

Me gustó el estilo tan diferenciado de los protagonistas: tenemos por un lado al buenorro y super-alfa Ryan Gosling, que interpreta magistralmente el papel de un natural. Por otro al más adulto y «feo» Steve Carell, en quien recae el papel de patito feo convertido en cisne seductor (¿ O debería decir AVEN?).

Sí, chicos y chicas, tenemos aquí una comedia romántica cuyo eje central es la transformación de un cuarentón abandonado por su mujer y por sí mismo en un tipo que aprende a respetarse como hombre y (por supuesto) a mejorar sus relaciones con mujeres. ¿A que mola? Pues hasta aquí lo bueno: porque la «transformación» se limita a cambiar de vestuario, ir al gimnasio y escuchar a su ala en unas pocas interacciones.

Además, en este punto empieza a exasperarme la fantasía cinematográfica, pues el 99% de las interacciones del natural acaban en fiuno a los pocos minutos (chicos, seguramente conozco a más naturales que vosotros y tal nivel de éxito continuado no es alcanzable por nadie).

¿Lo empeoramos aún más? En un bar medio vacío, cualquier día, el 80% de clientes son mujeres solas, y otra vez más dándole a la fantasía del guionista/productor, todas son atractivas. El resultado es otra pura fantasía: sin apenas esfuerzo ni dedicación, con cuatro consejos mal aprendidos y peor aplicados, nuestro patito feo se convierte en un rompe-corazones. Como si unos zapatos, el corte de pelo y cuatro frases fueran la «llave mágica» de la seducción.

Podría conceder una simplificación en honor al entretenimiento y el disfrute del espectador, es verdad.  De hecho, me quedé con un consejo que reconozco nunca había dado en mis talleres: «cuando bebas una copa en el bar, nunca uses la pajita. Queda muy poco masculino». Cierto, ¿verdad? A ellas les puede quedar bonito poner boca de piñón mientras sorben su cocktail, pero a un tío le queda más bien frusco.

Dejadme ahora que os introduzca a un personaje secundario que me acabó de reventar toda la lógica de la película: el hijo adolescente de nuestro patito feo (Steve Carell).

Dicho niño está perdidamente enamorado de una chica que no le va a hacer ni caso en la vida, pero hasta cuando es evidente que el chaval necesita un poquito de «ayuda técnica», nadie se la ofrece. ¡Claro! ¡Sería feísimo enseñar a un joven a tratar con mujeres! Ni siquiera su padre, el hombre que ha sufrido tanto por no saber nada de mujeres quiere echarle una mano, porque, ojo al dato, el mismo hombre que ha rehecho su vida gracias al aprendizaje de la seducción, reniega de ello como algo «manipulador, superficial y machista».

O sea, Hollywood nos quiere -una vez más- aleccionar sobre cómo deben ser las relaciones: al estilo clásico. Porque según la conclusión de la película el azar, Dios o el destino te darán lo que te corresponde, y si no (como de hecho le pasa al chico adolescente) confórmate con las pajitas (no las de beber, en este caso de las otras). A mí me da mucha rabia ver cómo nos presentan de forma espectacular algo tan bonito y realizador como la superación personal (que también da espectáculo) para luego decirnos que es algo malo.

En resumen, una película entretenida e incluso divertida. Os recomiendo que se la pongáis a cualquier chica que no entienda la labor que hacemos desde el proyecto de Seducción Científica, pero explicadle también que la seducción no es algo que se aprende y se deja en cuanto se tiene pareja como si fuera un mal hábito, sino una actitud ante nuestra propia vida. Por supuesto, mi consejo final es que hagáis caso al natural, pero también a mí, y os olvidéis de las pajitas (de los dos tipos, claro está).

7 Comments

  1. Si!!!!! Hollywood siempre nos muestra que comportarnos como hombres y tomar lo que queremos esta mal. Gracias a Dios que he comprendido que la seduccion es un proceso continuo que solo termina cuando morimos. Yo te recomiendo la pelicula Rio de Disney.
    Un saludo para tod@s

  2. A propósito de películas este fin de semana me la pase mirando algo de cine y desde hace mucho tiempo le traía ganas a una película de Woddy Allen, Manhattan, con Woddy Allen chaparrito Delgaducho, con unos pelos que parece que le ha explotado el calentador, sus lentes de pasta como botellas y un lenguaje bastante inteligente estrafalario y divertido que me ha sacado más de una sonrisa, el final es bueno por realista y hace uso de un discurso subjetivo y hasta chulifresco, no tiene desperdicio, la recomiendo mucho.

    Por otro lado abra que mirar la que recomiendas, seguro que algo se aprenderá.
    Saludos.

  3. Qué tal Héctor, quiero comentarte que no estoy muy de acuerdo con lo que propones. Las razones te las explico ya, con el hecho de cambiar tu aspecto físico -tomo tus palabras «ir al gimnasio, cambiar de vestuario, un corte de pelo»- estás dando un giro casi total a la primera impresión, algo que te favorecerá en demasía a la apertura. El hecho de que las interacciones del natural acaben en Fiuno, es absolutamente posible. Ya que tiene todos los requisitos necesarios como para hacerlo realidad. Encontrar más del 80% de mujeres solas y atractivas en un bar también está dentro de las posibilidades, todo depende de que lugares frecuentes. El hecho de que usar la pajita en la bebida te reste masculinidad, es otro punto en el cual estoy muy en desacuerdo, todo lo que hagas depende de cómo lo hagas, con qué actitud lo hagas, ¿me hago entender?, podrías usar zapatos rosados, y si lo haces con una actitud completamente alfa, podría ser tomado como una DAV, o como Pavoneo, y no te restaría nada de masculinidad en lo absoluto. Bueno con esto no quiero generar una discusión ni nada por el estilo, nada más es mi punto de vista. Quiero decir también que no todo lo que hace Hollywood, es al estilo clásico como leí en tu post, sino más bien pienso que la pantalla grande se está adaptando a los cambios de la sociedad, y con esto generan películas con el punto de vista actual sobre las relaciones.

    Un abrazo a todos!

  4. Es antigua pero para mí refleja como ninguna la visión dominante del romanticismo y las relaciones de pareja. «Family man». Vemos a Nicholas Cage cambiar su vida alfa pero totalmente desprovista de valores y sentimientos por una vida familiar, esta sí, totalmente plena.

    El colmo, cuando él intenta tener las dos pero se muestra como un atentado a la salud de su familia.

    Mal, mal mal. 😉

  5. Me parece magnigico este comentario, la pelicula esta bastante bien, pero la seduccion es una actitud ante la vida, hay que trabajarselo.
    Ahí le has dado en el clavo Héctor.
    Saludos

  6. Lo mejor de la peli es la comunicación no verbal de Ryan Gosling y la demostración práctica de eso que tanto nos preguntáis: «¿Qué es DEJAR VENENO?»

    Aunque caricaturiza mucho las cosas, la idea general es buena. Eso sí, después de leer la crítica de Héctor le sacamos más jugo y lo hacemos con los pies en la tierra.

  7. totalmente deacuerdo en que en la la pelicula hay mucha ficcion, pero hay que recordar que esa ficcion es lo que hace que sea visible para el espectador, por ejemplo todos recordamos el combate de la pelicula Rocky en la que se dan mas puñetazos que los que recibe un boxeador en todo su carrera,¿Os imaginais esa pelicula sin ese festival de ganchos y directos?.
    Dejando de lado la ficcion de la pelicula, a mi me gusto el enfoque que hicieron de que el romance es un arma de doble filo, me explico: la chica con la que acaba saliendo Rayan se debe a que el se abrio a ella contandole sus debilidades y mostrandose cercano y vulnerable con lo cual el se sintio con ella diferente y por supesto ella le dejo de ver como un polvo de una noche.

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